En 1989 mientras en Montevideo, Uruguay, los Hnos. de la Sagrada Familia celebraban 100 años de su primer colegio, en Tijuana, B.C. dos religiosos de la misma Congregación, procedentes de Italia, iban abriendo su primera escuela en tierra mexicana.

Fue un inicio sencillo y modesto bajo todos los puntos de vista: 22 alumnos en primer año y 9 en segundo, con un patio lleno de escombros, los salones sin pintar, sin ventanas, sin puertas, sin baños, sin luz y teléfono, y los albañiles trabajando.

En el segundo año los alumnos subieron a 70 y para el tercer año ya se necesitó agregar un nuevo piso para dar cabida a más salones. Frente a la demanda y al darnos cuenta de la gran necesidad que tenía Tijuana de más escuelas, en 1992 agregamos un tercer nivel y un edificio adicional para que la escuela tuviera la capacidad de acoger 12 grupos de 35 alumnos cada uno. En 1996, con recursos que nuevamente proporcionó la Congregación de los Hnos. de la Sagrada Familia, en el área más amplia de Alta Brisa, se realizó el plantel de Secundaria para garantizar una continuidad a la educación básica a nuestros alumnos.